Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas.
Noam Chomsky
La vida no es lineal, sube, baja…se enrula, se estira, se comprime, se acelera… se detiene y vuelve a arrancar… A veces aparecen en el sendero obstáculos, momentos de duda, inseguridad o miedo. Nos desorientamos y nos cuesta ver el próximo paso. Trabajar las preocupaciones y dudas en la esterilla puede ser muy liberador. Soltar la necesidad de controlar las cosas, de forzar ese resultado esperado.
Suena complicado cuando la mente no encuentra respuesta, pero, ¿si esa respuesta no viniera de la mente? ¿Si no fuera necesario encontrar esa respuesta? Muchas veces la solución aparece cuando dejamos de buscarla.
Porque a veces los desafíos son intensos, oscuros o simplemente difíciles y da mucho trabajo cambiar la sintonía para volver a la calma y la ecuanimidad.
Es durante estos momentos cuando también practicamos Yoga.
Mentalmente nos ayuda a obtener más claridad, enfoque y ecuanimidad; físicamente, además de trabajar nuestra fuerza y flexibilidad, permite liberar los bloqueos en los nadis, los canales de energía del cuerpo, para que fluya nuevamente a cada célula de nuestro organismo. Llenando cada rincón de prana, energía vital.
Entonces liberamos los bloqueos en nuestro cuerpo y mente para poder eliminar los bloqueos en nuestra vida.

Om Gan Ganapataye Namo Namaha — Ganesha Mantra
Ganesha es una de las deidades más conocidas de la India. Tiene cabeza de elefante, 4 manos y comúnmente se lo llama “el removedor de obstáculos”.
Gan significa “grupo”: el universo es un grupo de átomos y energías diferentes. Este universo sería un caos si no existieran leyes supremas para gobernar estos grupos diversos y disímiles.
El Señor que gobierna estos grupos de átomos y energías es Ganesha. El es la consciencia suprema que lo impregna todo, trae orden y estabilidad.
Repetir su mantra puede ser otra técnica para concentrarnos en eliminar los escollos, reales o imaginarios, para poder avanzar en nuestros objetivos, y en definitiva, fluir con la vida.
Dejarse ir, saltar al vacío. Dar el paso con la seguridad de que no es en falso. Con la fuerza y la sabiduría del elefante, para enfrentar lo que sea con compasión y alegría. Siempre estára el universo listo para sostenernos. Quizás no podamos ver todavía de qué manera lo hará, pero sin duda no nos dejará a la deriva.
Si damos, entonces recibiremos.
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