«Lo que pienses, serás
Lo que sientas, atraerás
Lo que imagines, crearás»
Buddha
Cuando comencé a practicar a diario, a profundizar en la historia del yoga y el vasto conocimiento que lo acompaña fue inevitable que esta legendaria filosofía se convirtiera en mi estilo de vida. Que de alguna manera, o de muchas, modificara la manera con la que me paro ante el mundo. Todo depende del cristal con el que se mira…entonces si cambiamos la forma de mirar el objeto o el significado que le otorgamos a lo que vemos, escuchamos, sentimos o vivimos podemos de hecho, cambiar el objeto en sí.

maitri karuna mudita upekshanam sukha duhka punya apunya vishayanam bhavanatah chitta prasadanam YSP 1.33
“Si podemos…estar contentos ante la felicidad de otros, ser compasivos con los que sufren,
celebrar los logros y méritos ajenos y no dejarnos afectar por la maldad
…nuestra mente se purificará”.
Como explica Patanjali en este Sutra, si cultivamos esas actitudes en nuestros vínculos viviremos más tranquilos. Yoga es una herramienta para aprenderlas; primero conocerlas, ensayarlas, practicarlas con uno mismo y luego, ponerlas en práctica fuera de la esterilla y relacionarte con los demás en el mundo material con empatía y buenas intenciones. Pero no por esperar una recompensa o reconocimiento, sino por el hecho de entender que así creamos las emociones que queremos experimentar.

Existe un hospital en China que cura con la palabra. No utilizan medicina, ni inyecciones: curan con mantras. Explican el proceso: el grupo de sanadores se reúne junto al paciente, primero sienten que la persona ya está curada y luego, por tres minutos recitan un conjunto de palabras que “hace la magia” y así producen la cura física.
Somos lo que pensamos. La manera en que percibimos lo que nos pasa, el nombre que le ponemos a las cosas que nos rodean.
Esa percepción no es real y podemos liberarnos para vivir en claridad y tranquilidad mental.
¿Cómo?
En las relaciones cultivando actitudes de amabilidad, compasión, buena voluntad y neutralidad. Y por supuesto que practicando asana y pranayama; la observación y el estudio; la meditación.
Cualquiera sea nuestro Sadhana (práctica espiritual) si es con con shraddha (fe) y vairagya (desapego) y claro, disciplina, podemos alcanzar ANANDA. Ese estado de dicha y confianza en que todo es como tiene que ser para enseñarnos algo.